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lunes, 8 de octubre de 2012

CASTILLO D´ACHER : 2.390 MTRS.


























Ascensión al Castillo d´Acher desde el Campamento Ramiro el Monje. Desnivel 1.250 mtrs.
Tiempo contando paradas, estancia en cima para comer y sacar fotos = 6 horas.

Llegamos al citado campamento, lugar donde dejaríamos el coche, a muy buena hora teniendo en cuenta el viaje. Estamos pertrechados y echando a andar a las 9,30 h. Hace una mañana soleada, sin nada de viento por lo que se está muy bien a pesar de que la temperatura es de unos 2º C.

Desde donde aparcamos, junto a unos contenedores de basura, salimos andando en dirección al río Vicente, Mario, su catarrazo y yo, para enseguida ver un poste indicativo hacia nuestro objetivo. Lo seguimos, internándonos en el bosque y pronto empiezan las exigencias físicas y la senda se empina bastante. Unos 15 minutos más tarde, pasaremos, atravesando la pista, por otro poste indicativo ( creo que último...). Lo vamos dejando abajo y tiramos para arriba con ritmo normal, y sacando algunas fotos de la Sierra de Alanos, con Peña Forca y las demás montañas que componen la Sierra.

Nos cruzamos con una pareja, con la que compartiremos cima horas más tarde y alguna anécdota más, que también relataré a su tiempo.

Seguimos subiendo y cruzamos el río que no es tal... la verdad es que falta agua por el Pirineo Occidental.... tiene que llover ( mejor nevar..) pronto.
Algo después aparecen las montañas de la zona de Ansó y valles limítrofes como Belagoa etc. La estampa del Anie, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Mallo Acherito, Chinebral de Gamueta... sin nieve, tan pelados a estas alturas del año, es un poco penosa. Aún así son hermosos...

La verdad es que no da respiro la ascensión y exige continuamente su peaje... Así llegamos a la zona de tierras rojas, ya con el Castillo d´Acher a la vista. En ese momento Mario sufre un ataque de resbalones que preludiaban lo que sucedería en el descenso.La tierra a partir de aquí está helada, es como hielo y hay que andarse con cuidado. Poco después salimos a terreno totalmente despejado, y la estampa de la montaña es preciosa.
Desde este punto se sigue una traza de senda continuamente, que de forma sinuosa nos va llevando hasta la altura del pequeño refugio que algunos llaman d´Acher. Un poco más arriba aún, paramos a tomar un poco de chocolate, fruta y beber agua y a descansar... porque lo que queda, aún pareciendo que ya es poco, es lo más duro de la jornada.
Punta Aguerri nos custodia desde este punto ya hasta el final, y El Bisaurín se le unirá poco después.

En principio, lo " normal ", es seguir esa traza de senda, sobre tierra rojiza que dando un buen rodeo nos llevará hasta la brecha comúnmente utilizada para atravesar el farallón rocoso de la montaña. Pues bien, nosotros tiramos de manera directa hasta un grupo de enormes rocas situado por encima, para superarlo, meternos en la pedrera que se desparrama bajo la muralla del farallón y encarar alguna de las brechas que pueden ser practicables, más o menos fácilmente, para atravesar dicha muralla rocosa y por fin llegar al valle colgado formado por varias dolinas y rematado por la cima.
La brecha que nos quedaba un poco a la izquierda la desecho porque tiene un bloque empotrado de grandes dimensiones en su inicio, que pone las cosas complicadas. Sin embargo, tras avanzar en diagonal ascendente hacia la siguiente canal, veo que esta que tengo ya enfrente de mi es perfecta. Tiene unos 15 ó 20 metros, es estrecha y está helada. Nos depositará sobre una inclinada antesala del valle colgado, tras atravesarla con cuidado porque también está helada, claro.
En esta maniobra llega el susto ( creo que fuí el que más se asusto....) de la jornada. Cuando estoy a punto de salir de la canal helada, una piedra de dimensiones más que considerables, se mueve bajo mi pie izquierdo. Vicente viene tras de mi, y Mario aún no ha entrado en la canal. La sujeto un rato con el pie, porque se viene abajo, pero compromete mucho mi seguridad. Doy el grito de que cae piedra, la sujeto un poco más, y la suelto para no caer yo también. Por suerte Vicente que se encontraba al inicio de la canal puede salir y ponerse a salvo, y la piedra, que arrastra otras más pequeñas pero de tamaño más que peligroso van para abajo. Me giro y veo que Mario va a recibirlas a porta gayola... por un momento pienso que le va a alcanzar alguna.... pero no !!! ( Torero....)
La más grande pasa tras varios rebotes por encima de su cabeza, y otra le pasa por un lateral. Una tercera, la más pequeña le alcanza en el muslo. Duele pero no ha pasado nada grave... luego vemos la herida y hematoma que le causa, pero no es nada.

Superado el susto, salgo de la canal lo antes posible. Lo hago saber y Vicente hace lo propio, después Mario... Les saco unas fotos que salen fatal.

Una vez reunidos de nuevo, ya con el valle colgado bajo nosotros, y con la cima a la vista, nos ponemos en marcha de nuevo. No hay pérdida ni duda ninguna ya... es bien claro el camino a la cumbre.

Desde aquí, en unos 25 min. hacemos cumbre remontando la última pala, con la nieve blanda porque le pega el sol desde hace horas.
En la cima coincidimos con la pareja de la mañana, que nos sacan unas fotos. Aprovechamos que se está de lujo y comemos allí mismo, bien abrigado eso sí... Las vistas son de escándalo : desde Collarada hasta Balaitus pasando por Argualas, Garmo, Infiernos, Facha, frodellas, Palas, Lurien....una panorámica de estampa. Al otro lado las cimas de Ansó, palidecen ante estas.

Tras comer, nos vamos para abajo. Bajamos rápido, esta vez sí, por la senda "normal " tras cruzar el farallón de nuevo. Alcanzamos el pequeño refugio con relativa rapidez, y seguimos bajando.
Llegamos de nuevo a la zona de tierras rojas, y empieza el espectáculo... las caídas ( sin consecuencias graves ). Creo que Mario ganó 5 - 2 a Vicente
con gran arrojo... yo, un simple aficionado sólo me caigo una vez.
Momentos antes me había encontrado unas gafas de sol de marca muy montañera con cristales rojos. Las tenía en el bolsillo por si me las tenía que quedar si llegado al coche no había nadie. Pero cuando en el bosque estamos a punto de cruzar el río otra vez, aparece el chico de la pareja anterior y nos pregunta si hemos visto.... Pues sí, aquí las tienes...
Vaya valor volverse a por las gafas.... yo no se si hubiera podido físicamente ni anímicamente hacerlo, pero por una novia...

Bueno, ya compartiendo camino con la pareja llegamos hasta el coche, cansados, sucios y satisfechos a la vez.
Tras cambiarnos de casi todo, nos metemos en el coche y nos bajamos hasta Hecho a tomarnos una jarrita.

Gran jornada de montaña, la verdad. El Castillo d´Acher, que sólo conocía yo de los tres, no decepciona y todos volvemos para casa encantados.

Esto es todo, creo.... muchas gracias por leerme y hasta otra.

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