Vistas de página en total

miércoles, 6 de noviembre de 2013

ANETO : 3.404 MTRS.

PRIMER DIA: Besurta 1.918 msn…………. Refugio de la Reclusa 2.140 msnm: DESNIVEL 222 mtrs. SEGUNDO DIA : Renclusa…………………..Aneto : DESNIVEL 1.264 msnm…….. Besurta 1.486 mtrs desnivel negativo. Tras la imposibilidad de llegar hasta Barrage de Osseau para intentar cumplir con algunos compromisos pendientes como el Clot de la Hount, Pic Central, Cerbillona…debido al estado de la pista tras las fortísimas riadas de hace unas semanas, Vicente me propone el Aneto como alternativa, y si bien nunca me hizo una especial ilusión, me decido a la primera porque masificado o no, con el glaciar herido de muerte, o con lo que queramos añadir, el Aneto es el Rey del Pirineo…. O no…. Pero es el más alto, eso no admite discusión y es obligado ascenderlo alguna vez. Ofrece atravesar el mayor glaciar de la cordillera ( en adelante helero ), y el picantillo del fácil pero mítico paso de Mahoma. Quedamos rápidamente de acuerdo los tres, y hacemos las reservas oportunas en el refugio. El primer día, tras el viaje hasta Benasque, damos una pequeña vuelta por allí y comemos antes de salir con el coche a los Llanos de Hospital. Dejamos el coche, esperamos al bus, y subimos hasta la Besurta. Paseíto tranquilo hasta el refugio y hacer hora para cenar. Después nos cae una tormenta corta pero intensa, que refresca un poco el ambiente, cenamos y al sobre. Al día siguiente 3 de Agosto de 2013, nos despertamos a las 4,45 h. Llueve levemente ; un rápido lavado, desayuno, preparar todo el material, mochila completa y pesada… y aún de noche, a la luz de los frontales salimos hacia…. no sabemos. Encontramos traza y vamos subiendo, poco a poco va amaneciendo y vemos mejor el terreno. La subida es dura, vamos alternando nieve con tramos de rocas, y poco a poco, nos vamos acercando al Portillón. Cuando llegamos, la visión del macizo, del helero, esas montañas enormes… la verdad es que impresiona un poco. Al fijarte mejor y ver en qué estado está el helero ya hoy, pues da bastante pena, pero es lo que hay… Descendemos un poco y nos sentamos a comer y beber un poco y a poner crampones y sacar el piolet antes de bajar al helero. La primera mitad, el casi desaparecido glaciar de Maladetas, después unos tramos de rocas muy incómodos y hasta irritantes…y después el helero de Aneto. Vamos bien, las sensaciones son buenas, caminamos a gusto, yo me voy un poco para adelante sin crampones y voy bastante deprisa. No es una inconsciencia, es que no son necesarios en absoluto salvo para cruzar una lengua de hielo de unos 40 mtrs de ancho, en la que son indispensables. Al parar para ponerlos, Mario y Vicente me alcanzan. Ahora reemprendemos la marcha agrupados otra vez. Hacemos alguna foto, y seguimos hacia el objetivo sin entretenernos mucho más, y con ganas. Pronto nos plantamos en el arranque de la pala que conduce hasta el Paso de Mahoma y hasta la cumbre. Comenzamos a remontarla, otra vez un poco desperdigados, pero a la vista unos de otros. Tras remontarla casi entera, desembocamos en otra pedrera, la última, en la que estoy a punto de dejarme los dientes o quizá algo más, cuando tropiezo con un crampón en alguna roca… si no es por un montañero al que me agarré a la desesperada…. me hago una avería seria. Bueno, finalmente llegamos al archiconocido Paso de Mahoma. La gente se organiza en turnos… vuelven los de cima, y entonces sale otra remesa hacia ella, cuando vuelve, sale otra y la cosa funciona razonablemente. El caso es que nos llega el turno y pasamos los tres sin problema. El paso es fácil, con muchos agarres, y sin dificultades. Llegamos a la cima. La alegría habitual en estos casos, fotos y más fotos, abrazos y satisfacción, por qué no decirlo. Un rato después nos disponemos a volver y ocurre lo más sorprendente de la mañana, para mí. Un tipo que es más listo, importante y montañero que los demás, viene en sentido contrario a los que acabamos de dejar la cima atrás. Para ÉL no hay turnos, ni normas, ni maneras… así que entre imprecaciones se cruza con todo el mundo allí, y pasa hasta la cruz…. Por sus cojones. Por lo demás, una vez llegamos al otro lado, en la antecima misma, y con vistas al ibón de Coronas, nos sentamos a comer del paquete que traemos de La Renclusa. Tranquilos comemos, bebemos y descansamos unos minutitos. Un rato después, comenzamos el descenso de nuevo para buscar el helero primero y el Portillón después. Como siempre, este camino de vuelta se va haciendo duro, sobre todo por los tramos de rocas, pero no es nada con lo que nos queda cuando crucemos El Portillón. Del Portillón hasta La Renclusa, el descenso es descarnado y se hace largo y para las piernas doloroso… De roca en roca, de salto en salto…. No parece que lleguemos a la altura del ibón a medio camino del refugio nunca. Me he quedado sólo con un bastón hace ya mucho rato, se me ha roto la dragonera del piolet y los crampones no dan la talla tampoco, y veo que habré de invertir un dinero para reponer todo este desaguisado, pero un Aneto, yo creo, bien merece la pena todo esto. Llegamos al refugio fundidos. En la fuente exterior bebemos agua en cantidad…. fresca, sin el regusto de la que llevo en el bidón, y luego nos sentamos en los bancos fuera del refugio. Cervecita y esperamos un rato, charlando con Satur, paisano y empleado en La Renclusa. Casi una hora después, tras pagar la cuenta, nos despedimos del personal renclusero que está por ahí, y salimos para la Besurta de nuevo. La bajada es suave, y la hacemos tranquilitos…. El ponerse las botas otra vez tras habernos descalzado en el exterior del refugio, es duro… pero el caso es que llegamos en unos 25 – 30 minutos. Otra cervecita en la Besurta y llega el bus. Volvemos a por el coche, a Benasque, a descansar… Tenemos un hostalito en el que tras una buena ducha, cenamos y nos tomamos una copa… ganada a pulso. Después no hay cuerpo para más…. A la cama a descansar por fin. Y esto es más o menos lo que espera a quien se anime a subir el Aneto, a parte de los comentarios de tantos ignorantes que no han subido ni lo harán nunca, pero que te espetan que el Aneto es esto, lo otro, una mierda, que si van millones de personas, que si el paso de Mahoma es una chorrada…. Mejor no hacer ningún caso a esta gente. Recomiendo esta ascensión sin dudarlo. Si en vez de Agosto y sábado, es Mayo y martes mejor, pero la experiencia es muy gratificante. Gracias por leerme y hasta otra.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

PICO ROYO, 2.429 MTRS Y PICO CULIBILLAS, 2.528 MTRS

Ascensión en cresta al Pico Royo y al Culibillas.
Partida: Corral de mulas…………….. 1.625 msnm.
Primera Cima: Pico Royo: ………………..2.429 msnm.
Segunda Cima: Pico Culibillas……………..2.528 msnm.
Desnivel acumulado: 1.003 mtrs.   Tiempo total con paradas: 8 horas.
Había visto esta ruta llevada a cabo bien por compañeros de P3000, bien por otros montañeros bloggeros, y la verdad es que tenía muchas ganas de llevarla a cabo. Es muy completa, tiene aproximación bonita, una canal de nieve con ambiente, cresteo y paisajes y vistas maravillosas. Así que nos decidimos a hacerla el sábado 29 de Junio Pol, Mario, David y yo. Para ello nos fuimos a Sallent el viernes y dormimos allí.
El sábado a las 8 h. estábamos en el Corral de Mulas pertrechados y en marcha. Como sabemos, hemos de meternos 30 min. de asfalto por la prohibición de acceder con vehículo hasta la estación de esquí, así que nos lo tomamos como siempre, en plan calentamiento.
Pasamos de largo la estación y nos encaminamos hacia el barranco de Lapazuso, el Pico Royo se deja ver y la verdad, es que es imponente. Pasamos junto al semi helado ibón de Lapazuso y nos disponemos a encarar el corredor de nieve que nos remonte hasta la cima. Paramos en su entrada a poner crampones y nos metemos en él.
Por varios motivos que se quedan entre nosotros cuatro, sólo yo remonto el corredor. Sensaciones muy montañeras me invaden. La nieve está algo blanda, pero la capa es bastante gruesa y tanto los crampones como el piolet penetran más que suficiente para darme sensación de seguridad. Tiro para arriba disfrutando un montón y cuándo más vertical se pone, tras unos 60 metros llego a un “descansillo “, una especie de plataforma en la que casi no hay inclinación. Miro lo que me queda por arriba y veo que la nieve ya es discontinua. Alcanzo una antecima en la que descalzo crampones y dejo el piolet. Los recogeré cuando regrese de cima. Una fácil trepada me separa de esta. Llego a las 11,30 h. Las vistas son espectaculares en 380º. No pierdo mucho tiempo, saco unas fotos y tras contemplar el trecho que queda hasta el Culibillas me voy para abajo. Destrepo, recojo el material y me vuelvo a calzar los crampones. Desciendo hasta la plataforma horizontal, me doy la vuelta y comienzo a bajar de cara a la pared, despacio, concentrado en cada punterazo de crampón y en cada golpe de piolet. Así, poco a poco voy llegando, primero a la travesía llena de nieve desde la que podría buscar el collado que me conduciría a la antecima del Culibillas perdiendo menos altura y cada vez más abajo. Mis compañeros están en la entrada del corredor, así que tendré que bajar este entero.
Al llegar abajo, tras beber recojo la mochila y salimos del corredor. Tendremos que rodear la base del Pico Royo y empalmar con una pala bastante inclinada que nos llevará hasta el collado. Voy por delante, inicio un flanqueo y llego a una zona sin nieve. Entretanto, me como un plátano porque me rugen las tripas. Van llegando y ya todos juntos, remontamos hasta el collado. Las vistas de la canal de Izás, con la Pala, Punta Escarra y todo el conjunto, sencillamente para recordar.
Hay un punto antes de llegar a la antecima del Culibillas del que tras estudiar no menos de 12 ascensiones como esta, no tenía ninguna referencia. Es un cortado en piedra gris pulida de unos 5 metros. Al llegar a él hay que girar a la derecha, hay un hito además, descender un poco y alcanzar una grieta en la roca, horizontal, y que te deposita sobre una pala llena de nieve blanda. Se cruza y ya remontamos sin problemas en busca de la antecima. Desde allí sin dificultad ninguna haremos cima a las 13,30h.
Al no tener referencia alguna sobre este paso, yo paso el tramo saltando desde arriba de la roca gris hasta la nieve y clavar el piolet para anclarme. Me sale bien, y puedo desde el otro lado informar a mis compañeros del camino correcto. Cruzan y nos juntamos de nuevo. La travesía hasta la cima la hacemos juntos.
Las vistas aquí también son espectaculares, mejores incluso. Comemos unas naranjas, hacemos unas fotos y decidimos volver por el mismo camino, habiendo sopesado llegar hasta el Arroyeras  y bajar hasta los ibones de Anayet y por el barranco de Culibillas haciendo una preciosa circular. Pero las horas que son y las fuerzas que van quedando, nos deciden a desandar nuestros pasos y decidimos bajar a Sallent y comer allí antes de volver para casa.
El descenso se hace un poco lento por la nieve blanda, pero es peor tener que meterse después otros 30 min por asfalto hasta el coche. Sin nada reseñable nos bajamos a Sallent y punto final.
Gracias por leerme y hasta la próxima.