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martes, 25 de septiembre de 2012

ANIE : 2.505 MTRS

INICIO : Aparcamiento Piedra de San Martín ( 1.762 mtrs )
ANIE : 2.507 mtrs. DESNIVEL : 745 mtrs, 866 acumulados. DISTANCIA 12,5 kms.
TIEMPOS : Ascenso : 3 h. Estancia en cima : 30 min. Descenso : 2,45 h. TOTAL : 6,15 h.
Vuelvo al Anie 8 años después de mi primera ascensión a esta montaña y la verdad es que me gustó aún más que aquella primera. La meteo que nos encontramos y que ya sabíamos fue de fábula, con sol y sin calor excesivo y la compañía para ello inmejorable también con Mario, David y Bimba.
Llegamos al aparcamiento de la Piedra de San Martín un poco tarde, sobre las 10 h, pero como tampoco es una ascensión muy larga y llevábamos idea de comer en la cima si esta lo permitía, pues nos concedemos ese horario. Aparcar y ponernos las botas, darnos un poco de crema protectora y sin más dilación salimos  hacia nuestro objetivo.
Se pasa junto a un refugio en perfecto estado aparentemente y seguimos la senda que con el Anie de fondo y el Arlas más cercano y la izquierda no tiene complicaciones. El Arlas lo faldeamos por la derecha según el sentido de la marcha y caminamos siempre por marcada senda. En unos 45 min. llegamos al refugio metálico, que da paso poco después al karst de Larra. A los 50 min. estamos entrando en el karst de lleno. Las marcas de pintura rojas y amarillas van juntas en todo momento. Sabemos que hay dos posibles vías según se sigan unas u otras,  mi experiencia anterior fue siguiendo las rojas y hoy seguiremos las marcas de ambos colores.
De este modo entramos en una pequeña garganta y la senda se sumerge en el karst. Las marcas se siguen con facilidad. Esta vía da un rodeo amplio para ir a parar ante el Anie, que aparece ante nosotros de repente, tras rato sin verlo, y se nos muestra imponente.
En este periplo sólo hacemos una pequeña parada para beber y comernos una barrita. Es un transitar cómodo, sin posible pérdida, no se gana altitud a penas, y el paisaje es lunar, desolado, impresiona un poco.
Así, entre caminar, charlar y disfrutar, llegamos a salir de lo profundo del karst y nos damos de bruces casi con el Anie. La estampa de la mole desde este punto de salida del lapiaz es espectacular. Si hasta ese momento habíamos visto tan sólo a dos parejas de montañeros, desde aquí a cumbre la cosa cambia bastante. Parece ser que la mayoría hoy será la que sube por la vertiente francesa, y será una mayoría numerosa.
No perdemos tiempo en todo el ascenso, vamos bastante rápidos y pronto nos hallamos bajo la mole. Desde aquí ya subiremos con bastante compañía hasta la cima. La vista que nos va deparando la altitud, con el Arlas ya lejano y por debajo de nosotros y el mar de nubes como telón de fondo, sencillamente precioso.
Esta última parte de la ascensión es la más exigente físicamente, nos va a llevar unos 30 min. superar la pala que nos depositará en la cima. Ganamos los metros restantes primero por senda recta y que se une a la que viene siguiendo las marcas rojas por decirlo de alguna manera. A partir de este punto se suceden algunas trepaditas muy fáciles y pronto volvemos a estar en la senda. Esta traza lazadas continuas para suavizar el desnivel y aunque se pone bastante tieso se superan sin ningún problema.
En 3 h. exactas estamos en la cima. La verdad es que se está de cine y comeremos sentados sobre unas piedras tranquilamente. Hacemos las fotos de rigor, y sacamos las viandas. La verdadera triunfadora es la Bimba, que a todo el mundo le hace gracia, tan pequeña para estas palizas y tan valiente…
No para de recoger trofeos en forma de comida que le dan por todas partes otros grupos de montañeros, lo que cuando decidimos ir para abajo me dificulta el que me haga caso, ya que es una glotona.
El descenso lo hacemos por el mismo sitio, sin ningún hecho que reseñar, y a ritmo fuerte en algún tramo. Es increíble como tira la cerveza.
Tras regresar al aparcamiento, nos ponemos ropa seca y más cómoda y salimos para lo de Juan Pito a por esa jarra. Nos lo encontramos cerrado, por lo que no nos queda otra que bajar hasta Isaba a hacer la labor.
Las únicas advertencias que se me ocurren hacer son el llevar agua en abundancia ( yo llevaba 3 litros y la terminé ), y no meterse en el karst con niebla o si amenaza con haberla.
Por lo demás es una ascensión preciosa que discurre por un terreno diferente a lo que estamos acostumbrados.









































Gracias por leerme y hasta la próxima.

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